V - Despertar
Ich komm wiederin
in zehn Tagen
als dein Schattenund
und werd dich jagen
...
...
En Diciembre no llovía, y sin embargo esa noche el cielo parecía deshacerse en lluvia, como si Dios llorara una desgracia a punto de suceder. La tormenta la aislaba dentro de su cabaña y no tenía a quién llamar, las contracciones se hacían más regulares y la obligaban a pujar a la criatura que por gravedad y destino quería salir de la calidez que aun lo alojaba. Él se apareció de repente, como siempre que lo necesitaba en sus ojos estaba el brillo del que se sabe exitoso y la sonrisa del que ya ha llegado a la meta.
La ayudó a recostarse y a alumbrar a un niño: sano, suave, ansioso de asir la mano que guiaría su destino, la de su madre.
La tormenta cesó, solo soplaba el viento, un viento que parecía susurrar destino y muerte palabras que se apoderaron de la voluntad de una mujer que con lágrimas en los ojos comprendía un mensaje... su mano derecha ardía poseída de un poder que no era el suyo, su mente estaba clara con un juicio que tampoco era suyo, su cuerpo se sostenía frente a su hijo con una fuerza que no era suya... las lágrimas eran el dolor del alma y el dolor físico aun le taladraba el vientre.
La voz de quien la había engañado sonó lejana pero no dudaba lo que había escuchado un NO sobrenatural mientras hundía las tijeras en el pecho del bebé, las mismas tijeras que antes la habían separado de su hijo ahora lo devolvían al más primitivo origen.
...
La alarma del despertador la sacó de un sueño extraño y por instinto se llevó la mano a la panza que se alzaba sobre el nivel de su cuerpo. Sonrió tranquila y revisó la fecha: Marzo de 2052, su hija a la que llamaría Ar´amath nacería muy pronto.
La ayudó a recostarse y a alumbrar a un niño: sano, suave, ansioso de asir la mano que guiaría su destino, la de su madre.
La tormenta cesó, solo soplaba el viento, un viento que parecía susurrar destino y muerte palabras que se apoderaron de la voluntad de una mujer que con lágrimas en los ojos comprendía un mensaje... su mano derecha ardía poseída de un poder que no era el suyo, su mente estaba clara con un juicio que tampoco era suyo, su cuerpo se sostenía frente a su hijo con una fuerza que no era suya... las lágrimas eran el dolor del alma y el dolor físico aun le taladraba el vientre.
La voz de quien la había engañado sonó lejana pero no dudaba lo que había escuchado un NO sobrenatural mientras hundía las tijeras en el pecho del bebé, las mismas tijeras que antes la habían separado de su hijo ahora lo devolvían al más primitivo origen.
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La alarma del despertador la sacó de un sueño extraño y por instinto se llevó la mano a la panza que se alzaba sobre el nivel de su cuerpo. Sonrió tranquila y revisó la fecha: Marzo de 2052, su hija a la que llamaría Ar´amath nacería muy pronto.
Etiquetas: cuentos