Para el 14 de Febrero
Y si, la amaba demasiado, tanto que a veces le dolía suponer que solo era una de las muchas obsesiones que cruzaban su vida. La diferencia con ésta era que cada vez era más egoísta y frustrante el sentimiento hacia lo que pudiera hacerla feliz. Ella tenía que mantenerse solo a su lado.
Ella por supuesto, no se daba cuenta, a sus ojos era el único hombre de los que habían existido en su vida que le daba un trato de princesa, el que cumplía sus caprichos con toda la parafernalia romántica habida y por haber.... el hecho de ignorar sus obsesiones la volvían la mujer más feliz del mundo.
Era 14 de Febrero y el conducía al departamento que compartían desde hacía ocho meses, ella le había dicho que le tenía una maravillosa sorpresa... él le tenía una pieza más para su nueva colección de joyería... abrió la puerta, ella estaba frente al televisor y le pidió que se sentara, accionó el “play” y sobre un fondo blanco y negro que pasaba por toda la gama de grises se perfilaba una pequeña burbuja palpitante.
Con los ojos brillantes por las contenidas lágrimas de felicidad le dijo que era su bebé y ver que la noticia transformaba el rostro del que creía era el hombre perfecto en una máscara de furia fueron la primer señal y oportunidad de huída que no aprovechó.
... Reclamos por la falsedad del cariño... Reclamos por incluir a un tercero en el idilio perfecto... Dos rostros, uno frente al otro, la dualidad que representa el pánico y la ira.... Objetos estrellándose contra el suelo y una última súplica.... Al final, el silencio.
...
La autopsia revelaba que la mujer había luchado por mantenerse viva, tenía el rostro desfigurado y el abdomen vacío, su asesino se había encargado de vaciar aquella cavidad antes llena de vida... eso el forense nunca lo supo, solo firmó los documentos que le daban como última morada la fosa común.
Ella por supuesto, no se daba cuenta, a sus ojos era el único hombre de los que habían existido en su vida que le daba un trato de princesa, el que cumplía sus caprichos con toda la parafernalia romántica habida y por haber.... el hecho de ignorar sus obsesiones la volvían la mujer más feliz del mundo.
Era 14 de Febrero y el conducía al departamento que compartían desde hacía ocho meses, ella le había dicho que le tenía una maravillosa sorpresa... él le tenía una pieza más para su nueva colección de joyería... abrió la puerta, ella estaba frente al televisor y le pidió que se sentara, accionó el “play” y sobre un fondo blanco y negro que pasaba por toda la gama de grises se perfilaba una pequeña burbuja palpitante.
Con los ojos brillantes por las contenidas lágrimas de felicidad le dijo que era su bebé y ver que la noticia transformaba el rostro del que creía era el hombre perfecto en una máscara de furia fueron la primer señal y oportunidad de huída que no aprovechó.
... Reclamos por la falsedad del cariño... Reclamos por incluir a un tercero en el idilio perfecto... Dos rostros, uno frente al otro, la dualidad que representa el pánico y la ira.... Objetos estrellándose contra el suelo y una última súplica.... Al final, el silencio.
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La autopsia revelaba que la mujer había luchado por mantenerse viva, tenía el rostro desfigurado y el abdomen vacío, su asesino se había encargado de vaciar aquella cavidad antes llena de vida... eso el forense nunca lo supo, solo firmó los documentos que le daban como última morada la fosa común.
Etiquetas: cuentos